Guadalupe Cáceres
Le pedí que escriba una biografía sobre mí para presentar a un concurso, escribio esto.
A riesgo de decepcionaros, comenzaré con los datos objetivos. Guadalupe Cáceres es un ser humano clasificado en el registro como femenino.Imagino que estos rasgos los comparten unos cuantos candidatos, así que sigo añadiendo filtros. Veintisiete años. Origen argentino.Uno sesenta y tres de alto. Cincuenta y tres kilos. Mate en las manos. Rastros de pintura en todos sitios. Menú vegano y sonrisa sin filtros. Ahora que ya hemos eliminado un puñado más de candidatos, y siempre con vuestro permiso, procedo con lo subjetivo. Me tieneenamorado desde hace tres años y pico. Videollamada. Cámara apagada. Solo con sonido. Entre nosotros un proyectazo para contar lo que sentimos confinados en nuestros pisos. Descubro que, si arquitectura es lo que ha estudiado, pintura es lo que siempre ha querido. Quizás, siguiendo ese querer se encuentra el rastro para entender esto que escribo, pues ella es todos los colores de vida plena que llenan esos ratos entre amigos en los que, sin hacer nada, sentimos que el tiempo nunca es perdido. Tiene días buenos y días malos. Inspirados y sufridos. Si de pintura hablamos es difícil expresarlo para un no entendido, así que voy a lo más sencillo. No usa pincel, solo sus manos. ¿Qué pinta? No lo distingo. Pero sus cuadros son colores con vida propia que tal y como haría Guadi atraviesan el espacio para darte un pellizco y enseñarte que, por suerte, todavía estás muy vivo.
Decidí responderle.
PINTAR no es solo pintar
Los entendidos de la publicidad sabrán a qué anuncio hago referencia (y los que no, no se preocupen la publi no sirve para casi nada). Me dijo que estaba escribiendo por qué corre. Quedamos en que yo iba a escribir por qué pinto y por qué corro.
Mientras corria descubrí porque pinto y mientras pintaba descubrí por que corro.
Corrí tanto que me salieron ampollas y pinte tanto que me dolían las manos. Estoy segura que los dos empezamos a correr para calmar la ansiedad. “La vida carga y corriendo me descargo”. Con el tiempo descubrí que sin paciencia no iba a llegar a ningún lado. Para correr ‘bien’ hay que alimentarse bien. Para pintar ‘bien’ hay que alimentarse bien.
(Como dice Lisandro Aristimuño, al alma hay que darle de comer)
Ir lento es la forma más rápida de llegar a donde queremos. Es hermoso cuando la paciencia no está al servicio de la espera (no me acuerdo donde lo leí).
Corro y pinto para escapar. Le pregunté cuanto corría y me dijo que era un corredor de sensaciones. Que a veces no hacía falta medirse. Me recordé a mi misma que tengo que olvidarme de que la sociedad solo premia el resultado. La creatividad (y el deporte) necesitan disciplina. El reloj con el que mido cuanto corro me mide cuanto duermo y como duermo. A veces prefiero no enterarme.
Tomó más mate para tomar menos café. Tomó más té para tomar menos mate. Tomó más té para fumar menos.
Capaz me encuentres por diagonal con ropa de running fumando un pucho.
Pero el arte de crear algo siempre es más importante que el resultado, no?
Me dijo que yo y mis obras a veces le recordamos que está muy vivo.
PINTAR no es solo pintar
Los entendidos de la publicidad sabrán a qué anuncio hago referencia (y los que no, no se preocupen la publi no sirve para casi nada). Me dijo que estaba escribiendo por qué corre. Quedamos en que yo iba a escribir por qué pinto y por qué corro.
Mientras corria descubrí porque pinto y mientras pintaba descubrí por que corro.
Corrí tanto que me salieron ampollas y pinte tanto que me dolían las manos. Estoy segura que los dos empezamos a correr para calmar la ansiedad. “La vida carga y corriendo me descargo”. Con el tiempo descubrí que sin paciencia no iba a llegar a ningún lado. Para correr ‘bien’ hay que alimentarse bien. Para pintar ‘bien’ hay que alimentarse bien.
(Como dice Lisandro Aristimuño, al alma hay que darle de comer)
Ir lento es la forma más rápida de llegar a donde queremos. Es hermoso cuando la paciencia no está al servicio de la espera (no me acuerdo donde lo leí).
Corro y pinto para escapar. Le pregunté cuanto corría y me dijo que era un corredor de sensaciones. Que a veces no hacía falta medirse. Me recordé a mi misma que tengo que olvidarme de que la sociedad solo premia el resultado. La creatividad (y el deporte) necesitan disciplina. El reloj con el que mido cuanto corro me mide cuanto duermo y como duermo. A veces prefiero no enterarme.
Tomó más mate para tomar menos café. Tomó más té para tomar menos mate. Tomó más té para fumar menos.
Capaz me encuentres por diagonal con ropa de running fumando un pucho.
Pero el arte de crear algo siempre es más importante que el resultado, no?
Me dijo que yo y mis obras a veces le recordamos que está muy vivo.